domingo, 3 de junio de 2007

Cuatro Jovenes Encontraron Trágica Muerte

+EL VEHICULO EN EL QUE VIAJABAN NO RESPETO AL OBLIGATORIO Y FUE IMPACTADO POR UN TRAILER SOBRE LA CARRETERA INTERNACIONAL, INFORMÓ LA PFP.
+TRES DE ELLOS RECIDENTES DEL BACAME NUEVO, ETCHOJOA Y UNO EN LA COMUNIDAD DE AGIABAMPO, PERTENECIENTE A LA COMISARÍA DE PUEBLO MAYO.


Por: Daniel David Ledezma M.

Navojoa, Sonora.- Cuatro muertos y pérdida materiales por varios miles de pesos fué el saldo que arrojó un accidente automóvilístico que se registró por la carretera internacional y camino que conduce a la población de Agiabampo, al norte de esta cabecera municipal.

En el lugar perecieron Francisco Octavio Herrera Griego, de 19 años de edad, los hermanos Jesús y Juan Marcelo Mena Félix de 19 y años de edad respectivamente, así como Jesús Alberto López Castro de 20 años de edad, los tres primeros en mención recidentes en la población de Bacame Nuevo, perteneciente al municipio de Etchojoa, mientras que el último en mención tenía su hogar en la comunidad de Agiabampo, perteneciente a la comisaría de Pueblo Mayo de este municipio.

El primero de los vehículos participantes es uno de la marca Nissán, tipo sedán, color gris, modelo 1984 y con placas de circulación 4VFE-964 de California, EU., conducido por Jesús Mena Félix, mientras el otro es un tractocamión de la marca Keenworth, color azul, modelo 2000, con placas de circulación P384VN2 del Servicio Público Federal, a razón social de Transportes Garza Leal, de Lerdo, Durango, el cual hera conducido por Isaías Franco Monroy.

Según la información proporcionada por personal de la Policía Federal Preventiva PFP, indica que el automotor mencionado en primer término circulaba de Sureste

a Noroeste sobre el camino que conduce de Agiabampo a la carretera federal México 15, el conductor no efectuó su alto oblogatorio siguiendo su trayectoria sin percatarse que se apróximaba la pesada unidad que remolcaba una pipa con cien mil litros de aceite, que circulaba de Sur a Norte sobre la carretera federal.

El licenciado Roberto Murillo, agente tercero del Ministerio Público, quién ordenó que los cuarpos de los infortunados jovenes fueran trasladados al anfiteatro de Funeraria San Juan a disposición de los médicos legistas para su necropcia de ley.

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